"mother!", de Darren Aronofsky


Cada día es una página en blanco. No hay una metáfora más machacada, ni más cierta.
Machacados van a quedar muchos espectadores de "mother!" cuando descubran que lo que han entrado a ver no es un drama romántico hollywoodiense sino un ejercicio de surrealismo sin concesiones. Yo machacado no me quedo, tan solo ligeramente vapuleado, pero de gusto.

La película es una reflexión onírica sobre el proceso de creación : la creación artística, la creación biológica, la creación del mundo, incluso la creación de los mitos. Con "mother!" puedes bucear tan hondo como quieras y escribir libros enteros sobre ella, o mandarla a tomar por culo y decir que es una tomadura de pelo. El verdadero arte suele funcionar así.

Lo que más aprecio de ella es el valor y la libertad enarbolados por Aronofsky. Levantar un artilugio así requiere corage. El espectador de hoy, y no solo el de multisalas sino también el de versión original, tiene poca paciencia con los relatos que escamotean las respuestas. A mí en cambio eso me pone, como me pone Haneke, el Buñuel francés (algo del "discreto encanto" pulula por aquí), y me ponen mucho, muchísimo, las historias que transitan por la lógica de los sueños (o las pesadillas). El porqué de esta filia mía por los relatos herméticos es algo que intento descubrir escribiendo mis propias historias, si es que lo que a uno se le ocurre le pertenece realmente.

Crear lo que sientes que debes crear, hacer lo que te sale del pecho, de las tripas o de más abajo es el mayor acto de entrega de un autor para con su público. ¿Quién sabe por qué y para qué escribimos? Somos intermediarios de un mensaje cuya pureza debemos preservar respetando nuestro instinto.

Si la cosa sale mal, siempre podemos empezar de nuevo.






2 comentarios:

  1. Película agobiante. Me saturó y pensé que se manifestaba una crisis de epilepsia. Sin duda, estoy de acuerdo en que cada uno haga lo que le plaza, siempre que pueda. ��

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  2. Sí, le película es bastante claustrofóbica. Afortunadamente, la cosa se quedó para ti en una intensa experiencia cinéfila :) Siempre nos quedará Cisne Negro.

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